Tavito de
la Maza, aparece ahorcado en su celda, un día como hoy.
Octavio
Antonio de la Maza Vásquez, militar y piloto, era hermano de Antonio de la
Maza, principal ideólogo junto a Juan Tomás Díaz, del magnicidio del dictador
Rafael Leónidas Trujillo. Tavito, como era mejor conocido, fue asesinado por
Trujillo, dentro de la trama del secuestro del escritor español Jesús de
Galíndez, asesinato que detonó la ira de su hermano Antonio, jurando acabar con
la dictadura.
Tavito de
la Maza nació en Moca el 11 de octubre de 1918. En el 1943 ingresó a la Fuerza
Aérea y se graduó de piloto en 1944. En 1951se casó con Altagracia Rúa, con
quien procreó dos hijos: Verónica y Octavio.
Era hijo
de Don Vicente de la Maza Rosario, valiente mocano que participó en la conjura
que asesinó al dictador Ulises Heureaux en 1899 y de Doña Ernestina Vásquez y
Vásquez, sobrina del presidente Horacio Vásquez. Era el quinto de 12 hermanos
procreados por la pareja.
Octavio de
la Maza fue de los fundadores de la línea aérea Dominicana de Aviación.
Octavio
junto al piloto norteamericano Lester Murphy, fueron los que trajeron
secuestrado al español Galíndez al país, por orden de Trujillo.
Luego se
le quiso inculpar de la muerte del piloto Murphy, alegando que de la Maza había
dicho que este se le había insinuado sexualmente y que por eso lo había
asesinado, cosa que no fue verdad.
Octavio se
resistió a aceptar la acusación por no haber cometido el crimen que se le
imputaba.
Sin
embargo, Trujillo lo mandó a prisión, y más tarde, apareció ahorcado en su
celda con un mosquitero, simulando un suicidio y su cadáver lanzado en la
galería de su hogar, el 7 de enero de 1957, a la edad de 38 años.
La ironía
y la maldad de Trujillo se manifestó después del asesinato de Tavito cuando
este llamó a Antonio de la Maza para darle el pésame y le prometió que “el
crimen de su hermano se investigaría y los culpables pagarían por ese hecho”
Trujillo
se equivocó con de la Maza, al complacer la petición de Félix Bernardino,
ejecutor del secuestro de Galíndez, de que éste se responsabilizara del crimen
de Murphy.
Las
razones de Bernardino eran distintas a las de Trujillo, ya que de la Maza le
había matado un hermano, pero el tirano pensó que “amor con amor se paga”, y
que De la Maza le debía un favor, y no habría problema con el caso.
Subestimó
el honor de una familia valiente. Octavio de la Maza le trancó el juego y selló
el destino del sanguinario dictador.
Texto: fuente externa
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