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septiembre 30, 2021

Inauguración del Monumento a la Paz

“Inauguración” del Monumento a la Paz de Trujillo, hace hoy 68 años.



El Monumento de Santiago, hoy Monumento a los Héroes de la Restauración, nunca fue realmente inaugurado por Trujillo. Lean aquí, por qué.



Todo ocurrió por uno de los murales hechos por el pintor español Vela Zanetti.

El mural de José Vela Zanetti que ocasionó la discordia el día de la inauguración del monumento en Santiago.



El título de la obra es “El Pueblo Esclavo Rompe las Cadenas de la Deuda Externa”.

Fue pintado por Vela para el monumento como parte de una serie de murales destacando diferentes episodios de la historia dominicana.

Lo que suscitó la ira de Trujillo fue la mención del “pueblo esclavo”. Vela argumentó que, tal como decía el nombre de la obra, la misma era alegórica a la independencia financiera lograda con el pago de la deuda externa por parte de Trujillo.

Trujillo, sin embargo, lo vio como una posible crítica a su gobierno y al país, por lo que su enojo fue de tal magnitud que decidió abandonar el lugar de manera repentina y no participar en el acto de inauguración del monumento a pesar de ser el más grande de todos construidos para alabarlo, el 30 de septiembre de 1953.







Trujillo le reclamó a Vela de que en el país en ese momento no había esclavos. No hubo quien convenciera al dictador del verdadero mensaje del mural, por lo que se marchó del lugar, a pesar de que hasta el momento de ver la obra que le causó el enojo había estado resaltando la belleza de los murales de Vela a lo largo de su recorrido por los diferentes niveles del monumento.

Con esto se inició un distanciamiento entre Vela, exiliado español llegado a República Dominicana en 1939 luego de la Guerra Civil, y Trujillo, quien le había dado asilo y lo agraciado con numerosos contratos para crear murales en edificios públicos.

La situación empeoró aún más luego de que cayera en desgracia con el régimen de Trujillo el escritor Jesús de Galindez, amigo y compatriota de Vela quien también había estado exiliado en República Dominicana.

Durante el último encuentro entre los dos intelectuales españoles en Nueva York, se dice que Vela trató de convencer a Galindez de que no publicara su obra criticando a Trujillo.

Galindez decidió no tomar su consejo y al poco tiempo fue secuestrado en Nueva York y transportado a Ciudad Trujillo donde fue asesinado.

Sin embargo, el tema de la independencia financiera no era nuevo y no debería haber sorprendido u ofendido al dictador de tal manera. Desde la firma del Tratado Trujillo-Hull por parte de Trujillo y el secretario de Estado estadounidense Cordell Hull en 1940 (ratificado en1941), con el que se pagaba la deuda externa y se le devolvía el control de sus finanzas al estado dominicano tras años bajo el control de Washington, la retórica política al respecto siempre estuvo enfocada en los conceptos de “libertad” e “independencia” financiera.

Luego de la firma, no solo se construyó el Monumento Trujillo-Hull en el Malecón de Ciudad Trujillo, sino que al dictador se le agregó entre sus numerosos títulos el de “Restaurador de la Independencia Financiera”.

Por lo tanto, el uso de la metáfora del rompimiento de las cadenas de la esclavitud utilizada por Vela en su mural no era inconsistente con la manera en que el mismo gobierno veía y posicionaba el tema.


Sin embargo, la situación ese día causó disgusto en Trujillo, quien era conocido por los cambios súbitos de ánimo y de parecer sobre cualquier tema. Hay quienes aducen que Vela efectivamente quiso incluir una crítica a través del mural, aunque el pintor mantenía excelente relación con el gobierno y nunca hizo ninguna crítica abierta contra el régimen, aun después de regresar a su país en 1960.

Una nota sobre la historia del monumento escrita por Ricardo Rodríguez Rosas este mismo año incluye los siguientes párrafos ofreciendo detalles de la discordia sobre el mural y donde confirma que Trujillo se retiró del evento de inauguración, por lo que el monumento nunca fue inaugurado oficialmente:

La reacción negativa del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, al observar una pintura localizada en el tercer nivel del monumento erigido en su honor, en esta ciudad, hace 68 años, provocó que se negara a inaugurarlo y abandonara el lugar presurosamente.

Se trata del área que desde entonces se conoce como "el mural de la discordia", que simboliza a un hombre, de espaldas, luego de romper una cadena que, según su pintor, el español José Vela Zanetti, simbolizaba la ruptura por parte del pueblo esclavo de la deuda externa.

La pintura, uno de los 18 murales que exclusivamente elaboró Zanetti para la majestuosa obra arquitectónica, no le agradó para nada al dictador, por lo decidió no inaugurar lo que hasta entonces se llamaba como “Monumento a la Paz de Trujillo”.

La nota, publicada en El Nacional, indica que Trujillo no participó en el acto de inauguración que se había montado para ese día, pero estuvo presente esa misma tarde en un desfile cívico-militar en su honor cerca del lugar.

Texto y foto cortesía de Santiago Fitipaldi exclusivo para H.D.G.

Foto: Monumento a la Paz de Trujillo el día de su “inauguración” y el Mural de Vela Zanetti,  El Pueblo esclavo , rompe las cadenas de la deuda externa


septiembre 28, 2021

Bosch sale al exilio

Bosch sale al exilio el 28 de septiembre de 1963, luego de golpe de estado de que fue objeto, tres días antes.







Militares que acompañaron al Profesor Juan Bosch en la fragata Mella que lo sacó del país, luego del golpe de estado del 25 de septiembre de 1963.



El grupo estaba encabezado por el General Antonio Imbert Barreras, los coroneles Francisco A. Caamaño Deñó, Arturo Borda Betances y otros militares más.



Bosch fue llevado primero a Point-a-Pitre, Guadalupe y de ahí a Puerto Rico. La foto recoge el momento en que los militares se devolvían al país, desde el aeropuerto de Point-a-Pitre, así como fotos de don Juan y doña Carmen en Poin-A-Pitre


Fotos y texto: Bernard Diederich de su obra “Una cámara para la historia”

El 28 de septiembre de 1844, el Congreso Constituyente reunido en San Cristóbal desaprueba un contrato de empréstito que para su examen le sometió la Junta Central Gubernativa.

El 28 de septiembre de 1844, el Congreso Constituyente reunido en San Cristóbal desaprueba un contrato de empréstito que para su examen le sometió la Junta Central Gubernativa.


Esta desaprobación fue causa de que se alterara la “armonía” entre el Congreso y la Junta.

Hallándose el Congreso ocupado en las tareas preparatorias de su reglamento interior y del proyecto de Constitución, se produjo el primer rozamiento entre ese cuerpo legislativo y la Junta, con motivo de haberle remitido el organismo que ejercía las funciones del Poder Ejecutivo un proyecto de empréstito a los constituyentes para que, actuando como Congreso ordinario, conociesen de él y le diesen su aprobación.

La citada operación financiera había sido convenida entre el súbdito inglés Herman Hendrik, "vecino de la ciudad de Londres" y tres representantes nombrados por la Junta Central Gubernativa [Rafael Servando Rodríguez, Norberto Linares y Toribio López Villanueva], por la cantidad de 1,500,000 libras esterlinas, pagaderos en treinta años al 5% de interés anual; operación que fue rechazada por el Congreso por considerarla demasiado usuraria y excesivamente perjudicial para la Nación.

La votación en contra del proyecto enviado por la Junta fue unánime. Santana nunca consideró la posibilidad de un rechazo y su indignación al tener conocimiento de la decisión del Congreso se manifestó por medio de un decreto [del 11 de octubre de ese año] de la Junta Central Gubernativa, de acuerdo con el cual este organismo se atribuía la facultad de enjuiciar a los legisladores por el crimen de traición a la Patria, y cuyos términos les fueron comunicados a los constituyentes, advirtiéndoles que desde aquel momento el organismo que ejercía las funciones del Poder Ejecutivo, "... asumía en sí todos los poderes hasta que fuera sancionada la Constitución y que, por consiguiente, la Asamblea debía limitarse a sólo la formación del Pacto Fundamental del Estado, haciéndola responsable de los perjuicios que pudieran resultar a la Nación si persistía en sus propósitos".

Esta actitud de la Junta llenó de alarma a los constituyentes por lo que el Diputado Buenaventura Báez, planteando la cuestión vital de inmunidad de los legisladores, sometió el día 17 del corriente una moción que, al ser aprobada por la Asamblea, dio origen a una declaración consagrando la inviolabilidad de los miembros del Congreso Constituyente.

De allí en adelante los constituyentes pusieron gran cuidado en redactar una Carta que restringiera las facultades del Poder Ejecutivo

Texto: J. Marcano