Desde la adolescencia, Otto Morales Efres se convirtió en un gran movilizador de masas en San Antón, Villa Francisca, San Miguel, San Lázaro y Ciudad Nueva, pero fue en San Antón donde transcurrió su juventud pues allí levantaba pesas, jugaba baloncesto y béisbol y al terminar los deportes se dirigía a escuchar los discursos que pronunciaban dirigentes del Movimiento Popular Dominicano en su local de la avenida Duarte.
Junto a Rafael Bueno, Luis Gaspar (La Vela),
“Barahona” o “Lilito” y otros compañeros se relacionó con militantes del 14 de
junio, aunque no se organizó en ese partido, y se dedicó a cazar calieses
cuando se produjo la destrujillización.
A partir de entonces su vida fue de lucha
revolucionaria y de formación ideológica y militar por el logro de una sociedad
equitativa, justa, humana. Sufrió deportaciones siendo prácticamente un niño.
Sin embargo, la ausencia de la Patria no representó
una derrota ni desalentó sus sentimientos patrióticos. Al contrario, le animó a
profundizar en su educación política y continuar la escolaridad.
El arrojo y la determinación de Otto Morales se
pusieron de manifiesto durante la Revolución de Abril cuando ya se había
convertido en uno de los líderes más jóvenes, carismáticos y de mayor audacia
en la formación de comandos, búsqueda y entrega de armas a la población, asalto
a cuarteles, toma de fortalezas, orientación a campesinos para futuras
guerrillas, participación en combates y misiones.
Estuvo entre los organizadores del secuestro que selló
su asesinato violento, despiadado, el 16 de julio de 1970.
Del representativo dirigente que dedicó los últimos
cuatro años de su existencia a enfrentar al régimen balaguerista hablan su
cuñado Ramón Pinedo (Monchín), también compañero de deportes, política y
guerra; Breno Brenes, su instructor militar; Zunilda Muñoz de Sánchez, en cuya
presencia ametrallaron a Otto después de haberle servido de escudo protector en
la entrega pacífica que violentaron sus verdugos, un contingente policial
inconcebible para eliminar a un revolucionario esposado.
También conversa sobre él René Sánchez Córdova, esposo
de Zunilda, entonces decano de la facultad de Ingeniería y Arquitectura de la
Universidad Autónoma de Santo Domingo, con quien almorzó Otto y al que visitó
en sus oficinas durante la mañana de la trágica fecha.
Otto Morales ha merecido el reconocimiento del pueblo,
que espontáneamente designó con su nombre una calle del sector Los Frailes.
Por haber sido tan atroz, es la muerte del combatiente
lo que más se ha destacado. Sus facetas humanas son poco conocidas. Estos
familiares y camaradas relatan esos aspectos y revelan detalles nunca
publicados del salvaje exterminio que truncó su existencia a los 25 años.
“La etapa post Guerra de Abril fue muy violenta para
Otto y nuestra familia. Después murió papá, asesinaron a mi hermana Miriam,
esposa de Otto, nos mataron a Ramón Emilio Mejía del Castillo (comandante
Pichirilo) y al amigo entrañable de Otto, Maximiliano Gómez (El Moreno) … Era
la lucha contra el Gobierno de Balaguer apoyado por el imperialismo”, expresa
Monchín.
Perfil de Otto. Otto Morales Efres nació en Santiago
de los Caballeros el 23 de mayo de 1945, hijo de Aquiles Morales y Noris Livia
Efres, maestra.
La familia se trasladó a Santo Domingo y Aquiles
trabajó como dependiente de la desaparecida Puerta del Sol que estaba en El
Conde.
A Otto lo inscribieron en la escuela argentina, donde
inició estudios secundarios que no concluyó porque el Consejo de Estado lo
deportó en 1962. “Entendía que había que salir de esos estudiantes que se
habían constituido en un problema incendiando la ciudad todos los días”.
Fue desterrado hacia México mientras los dirigentes
del MPD eran encarcelados y otros enviados a París.
Allí concluyó su bachillerato y tomó cursos técnicos.
Al mismo tiempo recibió formación política de un dirigente comunista mexicano y
del dominicano Pericles Franco Ornes, quien luego se fue a Cuba, donde ya
estaba Otto.
A esa Antillas se habían trasladado desde Francia
Máximo López Molina, Ilander Selig, Gustavo Ricart, Parmenio Erickson, Arsenio
Ortiz y Monchín. El reencuentro con los izquierdistas motivó a Morales a
ingresar al MPD en Cuba, lo que califican como un gran salto en su preparación
política, militar, doctrinaria. Además, trabajó como voluntario picador de caña
y recogedor de café.
Regresó a finales del Gobierno de Juan Bosch, en 1963,
y fue recibido por José Ramírez Conde (Condesito), el dirigente más importante
que tenía el MPD en ese momento.
“Otto fue estructurando una maquinaria militar, a
partir de 1964, con los amigos que había dejado cuando lo deportaron y asistió
a Ramírez Conde en todo el engranaje de inteligencia, contrainteligencia,
estruendo”, significan.
Ayudó al sector femenino de la agrupación en la
defensa de los presos políticos, hizo contacto con los sindicatos y organizó
sucesivas huelgas como forma de presión “alegrándose cuando el grupo de los no
deportados salió de nuevo al ruedo político. Ahí comienza la historia conjunta
de Otto y los que salimos sueltos: Maximiliano Gómez, Jorge Puello Soriano (El
Men) y yo”, narra Pinedo.
Otto también pasaba tiempo en la casa de Monchín,
porque se había enamorado de su hermana Miriam, a quien conquistó pese al
desacuerdo de su padre. Se casaron en plena guerra, en agosto de 1965.
Procrearon dos hijos: Yuri Van Troi y Otto Stalin.
Pese al llanto incontenido de René y Zunilda al narrar
el siniestro final del revolucionario, hay lugar para recordarlo jovial,
solidario, sociable, apuesto, de ojos marrones claros, atlético, vigoroso, bien
parecido, amante de los niños, juguetón.
El hogar de los Sánchez tanto en la Juan Isidro Pérez
como en la José Contreras era frecuentado por Otto, Amín Abel Hasbún, Moisés
Blanco Genao, Henry Segarra y otros.
René recuerda que, en 1970, a raíz del secuestro del
agregado militar de la embajada de Estados Unidos en el país, coronel Donald J.
Crowley, se reunieron en su casa a pasar balance sobre el hecho “todos los que
participaron en la planificación” y cita a Rafael (Fafa) Taveras, Amín Abel,
Héctor Ortiz y Otto. Él no estuvo presente.
Zunilda cuenta que el día de la muerte de Otto llegó
de su trabajo cerca de las 2:00 de la tarde y lo encontró jugando con sus hijos
Luis René y Ernesto.
Pero a los pocos minutos “sentí muchas voces, carros,
y por la ventana de mi cuarto vi un camión de Operaciones Especiales con un
sinnúmero de militares con armas largas”. René lo dejó en la vivienda después
de almorzar y apenas empezó su cátedra le interrumpió Radhamés Abreu, dirigente
de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED) para decirle: “¡Profesor,
pasó algo malo en su casa!”. Era el 16 de julio del 1970, el día que mataron a
OTTO.
La calle
La calle “Otto Morales” está ubicada en el sector “Los
Frailes”. Aunque el rótulo dice “A.D.N”, se informó que no fue iniciativa del
Ayuntamiento del Distrito Nacional sino de moradores del sector.
Texto: Angela Peña para el periódico HOY
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