Mercedes Mota
Notable educadora y
escritora dominicana. Nació en San Francisco de Macorís el 2 de agosto de 1880.
Además de brillante
maestra y escritora fue una decidida luchadora por la superación femenina.
A temprana edad se
inició en el magisterio, a los catorce años, realizando sus aspiraciones con
valentía e integridad. Mujer sola, soltera, en una sociedad de discriminación,
cumplió su acariciado anhelo de conocer el mundo contando sólo con el
excepcional valor de su espíritu resuelto y la escasa economía de sus años en
las aulas puertoplateñas.
En 1904 dirigió la
Escuela de Varones Número Uno y tres años después volvió a ser profesora de la
Escuela Superior de Señoritas que dirigió al desaparecer su hermana Antera.
Contribuyó a la fundación
del Liceo de Puerto Plata, creó y presidió la Sociedad Patriótica Rosa Duarte y
fue presidenta y secretaria del Club de Damas de Puerto Plata y del Comité de
Damas de Nueva York donde pasó sus últimos años donde una cruel lesión cardiaca
le afectaba desde hacía años la cual le impidió volver a la República
Dominicana.
Desde temprana edad
soñaba con viajar a Europa donde viajó y vivió por algunos meses en París. La
historia que aprendió en la escuela se tornó en cosa real, viviente, en
patética lección que ningún maestro será capaz de ofrecer, por culto y
elocuente que él sea”; así contaba en breve autobiografía que escribió en 1962,
dos años antes de que la muerte tronchara su deseo de volver a ver su amada
Patria.
Su vida, a pesar de
ser fructífera en sus labores como maestra y escritora, fue triste y
conmovedora. Era hermana de otra excelsa educadora, Antera Mota.
A los catorce años
fue profesora de la Escuela Superior de Señoritas, al tiempo que estudiaba con
los profesores Demetria Betances, hermana del prócer Ramón Emeterio Betances,
defensor de la Independencia de Puerto Rico; José Dubeau, Alejandro Llenas,
Rogelio Oller, Carlos Simón, Ulpiano Delundé.
Sus publicaciones y
reclamos por los derechos de la mujer le obtuvieron reconocimientos. Representó
a la República en Buffalo y en época tan remota como mediados del siglo
antepasado disertó en la Sociedad Internacional de Mujeres Feministas leyendo
un valiente trabajo dando a conocer la condición cultural de las dominicanas,
en el que lamentaba el deplorable estado en que se encontraba, desde la
colonia: “confinada en el estrecho círculo del hogar, exenta de ambiciones,
escasa de cultura intelectual, entregada a las devociones religiosas y a las
tareas caseras, sin participación en los asuntos públicos.
Mercedes, era
humilde, sencilla, pero con un espíritu grande de superación.
En 1919 se ausenta
del país, acompañada de sus sobrinas las hijas de su hermana Antera y busca
salud física y moral hacia Estados Unidos, contando tan solo con treinta y ocho
años y sin ayuda alguna.
Su valor y las
fuerzas espirituales, no le faltaron. Desde Estados Unidos recorrió Italia,
España, Inglaterra, Alemania, Bélgica, Suiza, pero quedó deslumbrada por el
encanto del alma de París donde compartió con el expresidente Carlos Morales
Languasco, entonces embajador dominicano ante varias naciones europeas, Rubén
Darío, Vargas Vila, Rufino Blanco Fombona, los hermanos García Calderón,
Alejandro Sux, y los dominicanos, doctores Betances, Julio Piñeyro, José
Dolores Alfonseca, Américo Lugo y Tulio Cestero.
Al parecer,
Mercedes Mota logó sus aspiraciones, pero una cruel lesión cardiaca que le
afectaba desde hacía años le impidió volver a República Dominicana y, cerró sus
ojos el 12 de marzo de 1964, “al lado de sus queridas sobrinas, las hijas de
Antera Mota”.
Para recordar su
vocación al magisterio, su labor e ideales… escuelas y una calle en el sector
La Castellana de esta capital llevan su nombre.
Texto: Angela Peña
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