El Primer Pacto de Paz en América, firmado en el poblado indígena de “Asúa”, entre Colón y Roldán, el 24 de agosto de 1499. Por éste, que también es considerado como la primera capitulación de América por parte de las autoridades españolas, Colón es sustituido por Bobadilla en la gobernación de la isla.
Francisco Roldán, alcalde Mayor de la colonia,
aprovechando la ausencia de Cristóbal Colón, quien había salido para España en
marzo de 1496, dejando al frente del gobierno de la isla a su hermano, el
adelantado Bartolomé Colón, se insurrecciona en La Concepción, según él por el
mal gobierno del adelantado; causa por la que, los que llegaron en el segundo
viaje estaban pasando penurias, en vez de ver concretizadas las promesas que
les había hecho el Almirante.
Cuando volvió Cristóbal Colón a la isla, a finales de
agosto de 1498, comisionó a Alonso Sánchez de Carvajal y a Miguel de Ballester,
para proponerle un pacto al jefe rebelde. Éstos firmaron con Roldán el llamado
convenio de La Concepción, el 16 de noviembre de 1498, aprobado 5 días después
por el Almirante. En este documento, los sublevados se comprometían a
embarcarse para España. A cambio, les pagarían los sueldos atrasados, les
darían un certificado de buena conducta, les devolverían los bienes incautados,
les darían esclavos y les permitirían llevarse a las indias con las que vivían.
Entonces, Cristóbal Colón quiso que los rebeldes se
quedaran en la isla y se incorporaran de nuevo al ejército de Su Majestad. Pero
los roldanistas se negaron, y se retiraron para Jaragua, renegando así del
pacto acordado. El Almirante, sin embargo, decidió cumplir con la parte que le
correspondía y ordenó a su hermano Diego Colón que ejecutara los acuerdos,
mientras él y Bartolomé hacían un viaje por la isla, para poner algunas cosas
en orden.
Diego Colón mandó dos barcos a buscar a la gente de
Roldán a Jaragua, para enviarlos a España, pero a la altura de la Bahía de
Ocoa, les sorprendió una tormenta y quedaron maltrechos. Cuando pudieron
reparar una de las naves, la enviaron a Jaragua, pero Roldán no aceptó, y a
cambio propuso una reunión en “Asúa”, entre él y el Almirante.
Ante esa situación, Cristóbal Colón suspendió su viaje
al interior de la isla, y volvió enseguida a Santo Domingo, expidió un
salvoconducto para los principales rebeldes, y se trasladó luego a
"Asúa" en barco, en donde le esperaba ya Francisco Roldán desde hacía
algunos días, suficientes para que se relacionara con los indios comandados por
el nitaíno Cuyocagua.
Entonces, entendiendo Roldán que las autoridades no
estaban en capacidad de controlar su rebelión, exigió en "Asúa" otras
condiciones, algunas muy excesivas. Entre estas condiciones estaba reponerlo en
su función de alcalde mayor perpetuo. Al negarse el Almirante, intentaron irse
de nuevo para Jaragua. Pero Colón, finalmente, accedió a estas imposiciones de
los revelados.
Texto: El Caribe
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